La capsulitis adhesiva (también llamada hombro congelado) es una patología común que causa dolor, rigidez y pérdida de movimiento en el hombro.
¿De qué se trata?
La articulación del hombro está formada por tres estructuras: el húmero, la clavícula y la escápula. A su vez, está rodeada por un tejido conectivo llamado cápsula. En la capsulitis adhesiva, esa cápsula del hombro se vuelve dura y se engrosa creando además adherencias. También existe una disminución de líquido sinovial en la articulación.
Puede ocurrir sola o en compañía de otras patologías (tendinopatía del manguito de los rotadores, bursitis…).
Prevalencia
El hombro congelado ocurre más frecuentemente en mujeres, en edades comprendidas entre los 40 y 60 años. Afecta aproximadamente al 2% de la población.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los principales síntomas son dolor, rigidez y una disminución de la movilidad del hombro. Además, los pacientes refieren incapacidad de dormir sobre el lado afecto.
Suele empezar con dolor en el hombro lo que lleva a que se mueva menos y por lo tanto se crea una rigidez. Desemboca en la pérdida de determinados movimientos como peinarse o abrocharse el sujetador en las mujeres.
Posibles Causas
No está clara la causa. Hay factores que predisponen a que aparezca la capsulitis adhesiva como la diabetes o la menopausia. También puede ser secundaria a una intervención quirúrgica y a la inmovilización tras una lesión.
Fisioterapia
El tratamiento de la capsulitis adhesiva está dirigido principalmente a aliviar el dolor, restaurar la movilidad del hombro y mejorar la función.
En primeras fases nos centraremos en disminuir el dolor y conservar el rango articular mediante movilizaciones pasivas, masoterapia, tratamiento de puntos gatillo y terapia manual. Así mismo resulta importante un trabajo isométrico para ir ganando fuerza y estabilizando la articulación.
Posteriormente conforme vamos ganando la movilidad hay que fortalecer la musculatura y realizar ejercicios de propiocepción para ganar estabilidad. Se pueden añadir elementos externos como fitball, pelotas o superficies inestables para aumentar la dificultad.
Existe el tratamiento quirúrgico donde se realiza una movilización bajo anestesia liberando la cápsula. Aún así, se recomienda un trabajo de fisioterapia para mantener el rango de movilidad ganado con la intervención y mejorar la fuerza y estabilidad del hombro.
La recuperación puede oscilar entre las 6 semanas y los 3 meses, aunque en algunos casos su duración aumenta.
Clínica de Fisioterapia, fisioLAR
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